Los productos que nos regala el campo todo el año son maravillosos y en Casa Antonio nos gusta aprovechar la riqueza que en este sentido tenemos en nuestro entorno y que varía en función de la época en la que nos encontremos.
Ahora, en otoño, ya imaginaréis que algunos de nuestros platos estrella fuera de carta son los que elaboramos con los hongos y setas que nacen en nuestros montes más cercanos. Y hoy, en concreto, os queremos a hablar de dos tipos de ellas.
Por un lado, la seta de cardo, que es aromática y sabrosa y que tiene un gran valor gastronómico, sin nada que envidiar a otras especies. Esta especie se llama de cardo porque se desarrolla unida a la raíces en fase de descomposición de ciertos cardos, fundamentalmente del Erygium campestre o cardo corredor. Suele crecer en praderas o grandes claros de bosque, preferiblemente en otoño, pero también en primavera si las condiciones son adecuadas.
En nuestra casa, elaboramos con ella platos como esta Crema de ajo, setas de cardo y yema de huevo:
Y, por otro, el níscalo, también conocido como robellón. Es, probablemente, la más abundante de las setas comestibles silvestres que aparecen en nuestros bosques y también una de las más saludables desde un punto de vista alimenticio. Además, es un hongo que tiene un intenso sabor que no se pierde con facilidad al cocinarlo, tiene una excelente textura, dura y entera.
En Casa Antonio, podréis encontrar níscalos cocinados, como el guiso de níscalos con patatas al ajillo pastor.
¿Y vosotros?, ¿sois también amantes del otoño y de sus setas?
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